Los beneficios de preservar la masa muscular a través del entrenamiento de fuerza durante el envejecimiento van mucho más allá de la mejora de la fuerza y la potencia…
Por ejemplo, aumenta la tolerancia al esfuerzo, facilita la ejecución de las actividades de la vida diaria (caminar, asearse, vestirse…), mejora la función cognitiva, la memoria y el estado de ánimo; disminuye la posibilidad de padecer ciertas enfermedades, mejora el pronóstico tras intervenciones quirúrgicas, prolonga la independencia funcional, etc. (adaptado de Lavin y col., 2019; ver artículo).
Moverse NO es una opción… ¡ES UNA OBLIGACIÓN! Y esto aplica para cualquier persona y a cualquier edad 🤓